miércoles, 27 de febrero de 2008
julia y amelia
Dos abuelitas con demencia.
Medicina Interna.
Un adjunto...de poca ciencia.
Llego al hospital con mi mp3 recién heredado escuchando "hoy puede ser un gran día...duro con él". Dispuesta a que sea un trabajo para gloria de Dios, que contribuya a la misión de evangelizar.
Pero enseguida me encuentro con un adjunto que no sabe. Es triste: no sabe. No trata mal a los pacientes, no pasa de ellos...pero...no da para más. Y yo me desespero un poco. Al menos tiene un trato agradable.
Amelia sólo sonríe, apenas dice nada, pero nunca deja de sonreír. Aún no sabemos si se desploma por epilepsia o por otra cosa...pero ella sonríe.
Julia tiene una mirada azul preciosa. Seguro que era guapísima(y aún lo es).
Tuvo un infarto cerebral hace unos años que le dejó secuelas en la comprensión y en el habla.
Me sonríe mucho y me coge la mano. Hoy ha empezado a decirme cosas ininteligibles, de las cuales sólo alcanzo a comprender el final: "...por eso soy generosa". Y sigue sonriendo sin soltarme.
Y como ellas sonríen, pese a mi adjunto...me paso media mañana sonriendo.
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