jueves, 13 de septiembre de 2007

evangelio

«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».


Que difícil se hace esto de vivir.
Amar al enemigo y dar sin esperar que sólo sea de prestado.
Buff!a mí me sobrepasa cada una de las frases de este trozo de evangelio.

Corazón tacaño...y aún así Dios le da consuelos.
Qué no me daría si fuera generosa! y aún así, sabiéndolo, sigo en mi tacañería y midiendo lo que doy...

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