La guardia fue bien; relativamente tranquila. No quiere decir que durmiera mucho(2horas de 24h) pero no hubo grandes acúmulos de trabajo y de tensas esperas por parte de los pacientes. Como suele pasar en todo me tocó alguno no precisamente educado ni contento con el trato recibido, pero bueno...también hubo quien compensó diciéndome lo bien que la había tratado, y el gusto que daba encontrarse gente agradable. Lo cierto es que disfruté. Vi que más o menos era capaz de resolver los casos sóla y sin sufrir demasiado, y eso me va dando seguridad. Vi que la gente tiene una gran necesidad de ser escuchada, y a la mínima que puede te está contando sus problemas personales. Me llegó al alma E.M, que con 16 años se fue de casa huyendo de un padre alcohólico y maltratador. Ahora con 24, tiene dos hijos, y en el tercer embarazo decidió abortar. Eso fue hace poco y me cuenta que desde entonces no acaba de estar bien en ningún aspecto; dice que le dejó tocada. Me dio mucha pena...tenía una mirada triste....y yo sólo podía ofrecerle una mirada compasiva... En fin...cosas del oficio.
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